lunes, 10 de septiembre de 2012

La parada venenosa: René Higuita


Hay porteros a los que les gusta vivir al límite. No se sienten cómodos si se ven obligados a mantenerse confinados entre las líneas que delimitan el área, su hábitat más natural, sus dominios, y les encanta hacer excursiones más allá de ellos, jugándose aún más si cabe el tipo. Uno de ellos, de los más famosos, ha sido el colombiano René Higuita. Un meta al que le encantaba actuar como si fuera un jugador más de campo e, incluso, regatear a contrarios. Algo que, como último hombre de la defensa (raras veces tenía a alguien detrás en esas ocasiones) no suele ser muy aconsejable. En el Mundial  de Italia, por ejemplo, el intento de burlar a todo un veterano como Roger Milla, curtido en mil y una batallas, le costó la pérdida del balón, un gol y la posterior eliminación de una selección en la que compartía laureles con el centrocampista Carlos Valderrama y el técnico Pacho Maturana. "Fue un fallo como una casa", confesó el arquero.

Con ellos dos vivió una brevísima aventura en la Liga española. El Valladolid fue el equipo que apostó por su contratación, pero su estilo no encajaba en una competición entonces para nada acostumbrada a ver a los arqueros desenvolverse con soltura en el juego con los pies. En esa etapa, pudo ver a lo lejos la acción que probablemente más a su pesar ha visto una y otra vez repetida en televisión el ex madridista Míchel, con su compatriota Valderrama como víctima. "Pensé, mejor que lo tire al suelo, y que acaben de una vez", comentó entre risas el portero colombiano tras el duelo.

La enorme popularidad de que disfrutaba en Colombia le trajo también problemas. Tuvo que estar un tiempo en la cárcel, al pagar el rescate de un secuetro en el que estaban involucrados los narcos Pablo Escobar, con quien se decía que mantenía una buena amistad, y Carlos Molina. Tras varios meses en prisión, fue finalmente liberado, si bien eso le costó finalmente disputar el Mundial de 1994, que se jugó en Estados Unidos. Flirteó figuradamente con el lado más venenoso de la vida lejos de los terrenos de juego y acabó pasando decididamente a la historia por una acción también figuradamente cargada de ponzoña: la parada del escorpión.

En septiembre de 1995, Colombia e Inglaterra jugaban un amistoso en Wembley, el viejo Wembley, considerado por muchos románticos como la auténtica catedral del fútbol. Redknapp envió un tiro parabólico, muy lejano, hacia la portería defendida por Higuita. Al meta no se le ocurrió otra cosa que emular aquel famoso "mira mamá, sin manos" que tantas veces repiten los niños mientras montan en bicicleta y que suele acabar en tortazo descomunal contra el suelo. Pero el excéntrico meta no se la pegó. Despejó el balón con los pies (no podía ser de otra manera, ellos le habían dado más fama que las manos), ante el asombro de todo el estadio. "¿El escorpión? Es sólo una parada más de mi repertorio", dijo acabado el encuentro, como el que no ha hecho nada.

La acción, desde luego, era digna de ese nombre. No sólo por su plasticidad, por su espectacularidad. También, porque estaba cargada de veneno. De haber fallado, el ridículo habría sido espantoso. Posiblemente, a Higuita le habría encantado ser un escorpión de verdad y clavarse a sí mismo su aguijón, como hacen estos artrópodos, según dicen, al verse rodeados por las llamas. Pero triunfó. Se retiró hacer un par de años, cuando ya contaba con 43, tras pasar incluso por el quirófano en una especie de reality show, una suerte de cambio radical. Cómo no, hizo el escorpión en su último partido. La jugada que le devolvió la fama perdida. Hasta hay una figurita de subbuteo que le muestra de esa guisa. El riesgo valió la pena.

4 comentarios:

  1. Bon començament nen!! No paris!! Salut! (Ricard)

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  2. Impugno! Molt gran tot, però aquesta aturada la va fer perquè s'havia xiulat fora de joc (o ell així ho creia!)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Cert, ho va confessar més tard, em sembla. Ara bé, això no treu que, si sóc l'entrenador, el faig còrrer 100 voltes al camp... Mira que si se l'arriba a menjar...

    PD

    És una pena això que no et deixin editar els comentaris... Mira que colar-se'm "o" en comptes d'"ho"... Ara mateix em poso cara a la pared...

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