Los porteros alemanes no acaban de tener demasiada suerte en el Barça. No es que haya habido muchos a lo largo de sus más de cien años de historia, pero de los tres que se han relacionado hasta ahora más cercanamente con la entidad barcelonista no puede decirse que hayan tenido la mejor de las suertes. El primero que recuerdo, Andreas Kopke, vio como su fichaje, teóricamente cerrado, no era más que un cebo para convencer al portugués Vitor Baia para que se incorporara a un equipo dirigido desde el banquillo por Bobby Robson y un tal Jose Mourinho en el que brilló un futbolista brasileño llamado Ronaldo. El meta, que había protagonizado una Eurocopa 96 de ensueño, rubricada con el triunfo de su selección, acabaría jugando en las filas del Olympique de Marsella.
Tampoco estuvo demasiado afortunado el segundo meta germano que se relacionó directamente con la entidad azulgrana. En este caso, su fichaje sí llegó a cerrarse. Robert Enke llegó a un club demasiado convulso, acostumbrado a devorar casi año tras año a cualquiera que se atreviera a situarse bajo los palos de su portería. Un desgraciado partido contra el Novelda, con un Frank de Boer ejerciendo como el peor compañero de vestuario de la historia dentro y fuera del campo, le condenó al ostracismo como azulgrana. Al día siguiente, desde luego, el defensa holandés trató de matizar sus declaraciones, pero el daño ya estaba hecho. Enke acabaría dejando el Barça casi por la puerta de atrás y, varios años más tarde, tuvo un final trágico. La depresión, con un importante drama personal de por medio, se cebó con él y le llevó a tomar un camino sin marcha atrás.
Ahora, es el momento del tercer meta germano ligado al Barça, Marc André ter Stegen. El joven arquero, nacido el 30 de abril de 1992 en Mönchengladbach, tiene ante sí una ardua tarea, al igual que el chileno Claudio Bravo y Jordi Masip: reemplazar a Víctor Valdés en la meta barcelonista. No será fácil. Desde 2003 hasta la temporada pasada, el canterano fue del todo indiscutible como titular. Una grave lesión de rodilla le impidió despedirse de la afición azulgrana desde el campo y, además, frustró su incorporación al Mónaco. El Liverpool, finalmente, se perfila como su destino más probable, cuando esté totalmente recuperado de su lesión. Tiene una ficha libre y, al estar el arquero sin equipo, al finalizar su contrato con el Barcelona el pasado 30 de junio, podría incorporarlo en cualquier momento.
La sombra de Valdés, desde luego, será muy alargada. El nombre de Ter Stegen ya saltó a la palestra hace más de un año. A pesar de su juventud, se valoraba su buen juego con los pies (por mucho que, de vez en cuando, pueda hacer cosas como ésta) así como sus reflejos y su respuesta en las acciones de uno contra uno, bondades todas que se vieron también reflejadas el año pasado, en su última temporada con el Borussia Mönchengladbach. Incluso Messi ya sabe cómo se las gasta. El conjunto de su ciudad, hasta el momento, había sido el equipo de su vida. Llegó a sus categorías inferiores a muy tierna edad y se estrenó como profesional en el primer equipo en 2011. No pudo tener mejor estreno. En 2012, fue nombrado mejor portero de la Bundesliga. Su palmarés, no obstante, anda por el momento algo huérfano de títulos.
Como todos los porteros, este arquero con apellido de origen holandés tiene también su particular superstición. Si alguien más se pone sus guantes, directamente los descarta y estrena otros. A veces, incluso se los regala a familiares y amigos. Un regalo para nada barato, por cierto. En cuanto al tipo de palma, suele elegirla de tipo envolvente en los dedos, lo que se conoce técnicamente como roll finger, una peculiaridad que permite un contacto más directo con el balón. Muchas veces, por sus características, se le ha comparado con el eternamente malencarado Oliver Kahn. De momento, no ha podido estrenarse como titular en competición oficial con el Barcelona. Una fisura en una vertebra, producto de un choque con su entonces compañero de vestuario Alex Song, ahora cedido al West Ham, le obligó a causar baja en los dos primeros compromisos oficiales. Ahora, ya puede volver a competir de tú a tú con Bravo, el titular en los dos primeros partidos de Liga. De aquí al final de temporada, veremos si Ter Stegen puede romper o no la maldición alemana que ha afectado hasta ahora a la portería del Barça.